Un día llegó, se coló en nuestras vidas y se adaptó a ellas como un camaleón. Llegó de Extremadura con su sonrisa y su arte para los instrumentos de cuerda, y el día que se fué nos enseñó que también es un amo de la edición de video. Con esos efectos de imagen hasta ha conseguido que parezca que no somos unos demacrados.
¡Gracias Jose! ¡Vuelve pronto o si no tendremos que bajar a por tí!
Lo incluyo porque todos coincidimos en que ha sabido captar a la perfección la esencia de nuestro santuario, nuestra tierra santa, nuestro hogar. Por lo tanto, merece la condición de retrato, porque aunque el merendero son sólo unos cuantos bancos y mesas de hormigón cubiertos por un tejado de aluminio ¡es un lugar vivo!
1 comentario:
Perdona... te dije que te felicitar:ia antes de irme... pero bueno... lo hago con retraso pero desde Japón que vale doble entonces... doble retraso... espera no, entonces desde Japón vale la mitad entonces... sólo medias felicidades... espera, tampoco... Bueno, lo que importa es el sentimiento que te profeso que eso sí que es íntegro. Un beso con sabor a sashimi (luego me cepillo los dientes :P). Gambatte!
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