viernes, 4 de julio de 2008

Oda a la Resaca

Voy a experimentar con un nuevo género.


Despierta pero con los ojos cerrados
no quiero renunciar a mi sueño negado

Olor a cenicero...
boca de cloaca...
pelo de alambre...
brazos con arañazos...
y el cerebro, en 'stand by'.

Viviría el resto de mi vida en este catre
pero mi vejiga no aguanta
y podría producirse un desastre.
Incorpórate, ¡levántate!

Despacio, tranquila
ralentiza el resto del día.

Otra vez el maldito cerebro
se ha quedado seco y duro
y rebota por el cráneo
como un puto canguro.

Me duele un ojo... ¡Me duele!
Baja la persiana, que la luz me hiere.

Las baldosas frías del baño te dan su fugaz alivio
pega la cara a la pared
y siéntate en la taza, escucha en silencio tu río
Sin los vasos comunicantes lo desbordaré.

Legañas de cemento,
mocos negros,
me lavo los dientes y escupo petróleo.

No me hables, no quiero verte.
Te dejo vivir, estás de suerte.

Estampa patética con cara de garabato.
El sofá va a ser mi reino, por lo menos un rato.

Sed insaciable.

Mi estómago ni siquiera es una montaña rusa,
no llega a tanto, es el puto tren de la bruja.

Pero tengo magia verdadera.
¡El cuerpo se regenera!
Lo notas, poquito a poco,
dejas de sentirte como un moco.

La cartera: vacía.
¿Con quién hablé ayer?
Permite que me ría.

Pero compensa... creo que sí.

¡¡¡Vivan las fiestas del Zorongo!!!

3 comentarios:

aikugur dijo...

El de la resaca es uno de lo mejores retratos que he leido. Magnífico. Y la foto también es sublime... ¿El oso también estaba invitado a las fiestas del Zorongo?

Anónimo dijo...

Y viva San Fermín!!!
A ver si te vienessssss...

MUY BUENO, Blanqui. Me he reído un montón!!!

MatonKiki dijo...

Me ha parecido absolutamente genial, muy divertido, con cambios de tiempo... Me he recreado, jajaja.
Enhorabuena