En un día cómo este, teniendo a Argentina reclamando en Roma, en la cumbre de la FAO que le permitan abrir barreras a la exportación, se te ponen los pelillos de punta. Y más viniendo de un país donde se pasa hambre y dónde se tala indiscriminadamente en nombre de una falsa ecología, en la carrera imparable del biodiésel... Que no es bio, para nada.
La soja que comen nuestros coches mata bosques y comunidades enteras. Bueno, la soja no mata, mata la ambición de los hombres.

Foto tomada en Rosario, en la marcha de las organizaciones campesinas. Columna Jujuy-Buenos Aires, hace casi un año, el 27 de junio. ¡Menuda manera de celebrar mi cumpleaños! Eso sí que no se me olvida nunca.
Otra onomástica: Hoy hace ¡dos años! de la presentación de nuestro proyecto de fin de carrera. ¡Felicidades a todas las compañeras! ¡Ole por vosotras!

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