jueves, 24 de enero de 2008

Mi ciudad

Mi ciudad es viejita, debe tener por lo menos 2.000 años. Tiene la cara salpicada de cráteres, como picada de viruelas, porque tiene una enfermedad no muy grave, que se llama obras por doquier.
También anda un poco mal de la circulación porque aquí nadie se quiere quedar en casa y todos salimos a la calle al mismo tiempo. Así que sus arterias están llenas de colesterol, de miles de coches, motos, personas y perros.
Pero hace un par de años decidió poner en práctica una idea que le rondaba la cabeza desde hacía mucho tiempo: una operación de cirujía estética. A otras ciudades les había dado algo de belleza a costa de perder identidad. Mira a Barcelona, ¡lo bien que le sentó quitarse esas Barcelonetas de más!
Y Zaragoza no quería ser menos. Comenzó por depilarse las riberas del Ebro y hacerse un azud para aumentar de volúmen, porque no estaba contenta con su talla de caudal.
Luego se puso una ortodoncia, y miles de aceros y hierros comenzaron a emerger del meandro de Ranillas, aproximando un poco más una margen a la otra.
Pero de todo este trajín, le salió un sarpullido: un sinfín de constructores que peleaban con políticos, que peleaban con detractores de la estética, que peleaban con el resto de ciudadanos.
En el invierno de 2006 le salió un moquillo azul que no se le ha pasado todavía, pero casi se ha acostumbrado a él, así que no le da mucha importancia.
Cuando sus habitantes la miramos, ya no nos parece la misma de siempre. Está algo rara y artificial. Pero tras las torres del agua y los pabellones puente, todavía se puede distinguir esa belleza que le dejaron sus antepasados árabes y romanos, sus rasgos nobles construidos a base de palacios renacentistas y su perfil mudéjar en algunas callejas y callejones.

3 comentarios:

aikugur dijo...

A mí me parece que la ciudad la conformamos sobre todo las personillas que la callejeamos y bueno... en esta ciudad conozco a algunas personas majas... así que creo que puede ser contenta...
Las ciudades, como las personas, son propensas a comprarse con el de al lado... así que cuando en breve a esta ciudad le salga una hermana pequeña llamada Ciudad del Vicio (i.e. GranScala) se sentirá más bonita, porque dados los problemas que está teniendo el feto ya antes del parto seguro que nace feucha... Aunque yo estoy dispuesto a quererla igual, porque no hay que juzgar a las cosas sólo por su aspecto...

aikugur dijo...

Para que se entienda el comentario de arriba hay que hacer los siguientes cambios:

ser ---> estar
comprarse ---> compararse

Perdón.

Anónimo dijo...

100% verdad absoluta. Zaragoza somos los zaragozanos, y estudios científicos aseguran que somos bastante majetes.