Manisero

¡Ya estamos, compañeros! Otra vez viernes. Y para empezar con buen pie... Nada mejor que el greatest hit de Antonio Machín. Ni castañeras encorvadas entre paredes de chapa, ni Burguer King. ¡Ala!, todo el mundo a comprarse un cucurrucho de maní y a bailar. Aprended del maestro del videoclip, que se mueve como una pantera/palmera "suave, suave, su, su, suave". Ahora bien, no os copiéis de su estilazo con el Play Back. Todavía no tenía la técnica muy pulida y hay momentos en los que se le va un poco...

Antonio, el más cantarín de los quince hermanos hijos de un gallego y una negra cubana, disfrutaba mucho haciendo gala de su voz y, siempre que pudo, ¡hasta tres veces! se escapó con los músicos ambulantes que se dejaban caer por Sagua la Grande, su pueblo, camino de la Habana.
Antonio compaginaba trabajos, como de albañil (todos los obreros canturrean), con interpretar temas detrás de la pantalla del cine (cuando era mudo), participar en el coro de la iglesia o cantar en fiestas benéficas.
Antonio soñaba con interpretar ópera, pero los tiempos no ayudaban a un mulato con ansias líricas. El único papel que podría hacer sería el de Otelo, pero no por eso desiste y decide estudiar canto.
Antonio llega a la Habana y se dedica a animar fiestas de señores, acompañado por su compañero, el guitarrista Manuel Zaballa. Pero no tarda en marcharse a Nueva York, de 1930 a 1958 no volverá a pisar Cuba. Buena decisión, creo, así permaneció al margen del puticlub que organizó Batista por aquellos tiempos en Cuba (parecido a lo que quiere hacer el Gobierno de Aragón con Gran Scala). El resto de la historia ya es más conocido. Recorre Europa con varias orquestas, convertido ya en una estrella de los boleros y finalmente, decide instalarse en España (porque también quiso hacerlo en Estocolmo pero el frío le espantó).
Antonio es el intérprete de la banda sonora de muchas historias de amor de la gris España de esos tiempos. Supo poner una nota de color en un país rancio y racista como la España del franquismo y se convirtió con su disco "El Manisero" en el primer éxito de ventas millonario de la música cubana.